Estamos seguros de que te preocupa que tu coche sufra alguna avería, ¿a quién no? Aunque hay factores que no podemos controlar, lo cierto es que la mayoría de las averías de coches son provocadas por el propio conductor. ¿Lo sabías? Por eso, hoy vamos a contarte cuáles son esos problemas que tú puedes provocar en tu vehículo y cómo evitarlos.
1. El temido reventón
Ir por la carretera y que, de repente, reviente una rueda, no sólo puede ser verdaderamente peligroso. Además, puede llegar a salirte muy caro. Y, lo peor, es que normalmente somos nosotros y nuestros descuidos los que provocamos esta avería en el coche cuando vamos circulando a gran velocidad con neumáticos en malas condiciones.
Cómo evitarlo:
Ser precavido es la mejor manera de olvidarte del reventón. Tan solo tienes que revisar la presión de los neumáticos regularmente y asegurarte de que estos cumplen las recomendaciones del fabricante.
2. Embrague quemado, ¿qué es eso?
A veces, sin darnos cuenta, mantenemos el embrague pisado mientras el coche está parado en un semáforo o algún atasco. Aunque es un gesto muchas veces instintivo, más vale que empecemos a intentar controlarlo. Lo que estamos haciendo en realidad es quemar embrague.
Es decir, estamos creando una presión en el pedal que provoca el rozamiento de las piezas del sistema de embrague. El resultado es un desgaste innecesario que puede acabar en una preocupante (y costosa) avería.
Cómo evitarlo:
Como habrás deducido, sólo tienes que dejar de pisar el embrague mientras el coche está parado. Deja el punto muerto y, cuando el semáforo cambie, entonces puedes poner el pie sobre el pedal y empezar a “andar”.
3. Ojo con el punto muerto…
Hay quien piensa que conducir en punto muerto puede ayudarte a ahorrar gasolina. Mucho cuidado con esto. La realidad es que bajar cuestas en punto muerto puede provocar graves averías en las poleas o tensores de correas de tu vehículo (a parte de que, por supuesto, lo del ahorro de combustible es un mito…).
Cómo evitarlo:
Olvídate del punto muerto para bajadas o pendientes. Además de poder ser muy perjudicial para tu coche, puede provocar la pérdida de control del mismo. Utilizar el punto muerto para ahorrar gasolina… ¡Es un mito!
4. Adiós a la suspensión…
Los odiados badenes y baches de la carretera pueden ser muy perjudiciales para tu vehículo si no pasas por ellos adecuadamente. Si los atraviesas bruscamente o a gran velocidad (o ambas), puedes provocar algunas de las averías de coches más serias (y caras de solucionar). Además de poder acabar con los puntos de anclaje del sistema de suspensión, puedes dañar los neumáticos y las llantas.
Cómo evitarlo:
Es fácil: atraviesa estos elementos de la vía con suavidad. Frena suavemente antes de alcanzarlos y, si fuera necesario, reduce la marcha. Mantén una velocidad constante mientras pasas el bache o badén (o cualquier otro obstáculo que hayas podido encontrar) y no aceleres hasta que no lo hayas dejado completamente atrás.
5. Recalentamientos por deshidratación
Si. tu coche también se deshidrata. Y es importante que, sobre todo en los meses de más calor, revises a menudo los niveles de líquidos: anticongelante, aceite, líquido de frenos,… Todos ellos son igual de importantes. De lo contrario, el recalentamiento puede ser el mínimo de tus problemas. Entre las averías de coches más comunes de este motivo, están el desgaste de los discos de freno o la rotura del motor.
Cómo evitarlo:
Fácil. Como ya te hemos anunciado, todo es cuestión de mantener tu coche hidratado. Mientras revises regularmente todos los niveles y te asegures de que son los adecuados (y, por supuesto, pongas remedio si no es así), no tendrás que preocuparte.
Abusar de este pedal también tiene sus consecuencias. Si eres de los que tiene la manía de mantener el freno pisado en cuestas descendientes o durante un semáforo, debes saber que puedes estar haciendo daño a tu vehículo. Al igual que en el caso del embrague, estarás “quemando los frenos”. O, lo que es lo mismo, provocando un desgaste innecesario en líquido, pastillas y discos de freno, acortando así la vida de los mismos.
Cómo evitarlo:
Evita fuertes frenazos y no mantengas el pedal pisado durante largos periodos si no es estrictamente necesario. Si estás parado en un semáforo o atasco durante un rato y la pendiente te obliga a mantener activos los frenos, utiliza mejor el freno de mano. Para los descensos prolongados, utiliza marchas más cortas en lugar de mantener el freno pisado.
7. Bye bye batería…
Si. Poner la radio del coche mientras estáis en la piscina o durante una barbacoa puede ser muy divertido, pero quizás la vuelta a casa no lo resulte tanto. Dejar alguna de las funcionalidades eléctricas del coche encendida mientras este no está en movimiento puede provocar la muerte de la batería. Así es. Es muy probable que, a la hora de irte, no puedas arrancar el coche.
Cómo evitarlo:
Fácil. Evita activar funciones como la radio, las luces o el aire acondicionado, entre otras, mientras el coche no esté en marcha. Es aconsejable también asegurarse de que estas están inactivas antes de apagar completamente el motor, especialmente coches con más de 8 años de antigüedad. Además, recuerda tener siempre a mano unas pinzas de arranque, por si en algún momento te encontraras ante un coche sin batería y no pudieras arrancar.
¿Has sufrido alguna vez una de estas averías? Con estos consejos, puedes estar tranquilo, ¡no volverás a provocar averías de coches! Y si te ha gustado el artículo, no dudes en compartirlo con tus amigos, ¡ayúdalos a proteger su coche de sí mismos! ????¿Sabéis que la mayoría de averías de coches las provocamos nosotros mismos?
Ahora ya conoces las averías de coches que puedes evitar más comunes. Con nuestros seguros de coche a todo riesgo podrás cubrirte cuando algo de esto suceda. ¡Estaremos a tu disposición!
Artículos relacionados
¿Te ha gustado este artículo? Aquí tienes algunos similares que pueden interesarte