Allá donde vayamos este verano nuestra única compañía asegurada va a ser el calor. Aunque normalmente no te das cuenta, cuando se conduce con unos 35 grados se reacciona un 20% más lento que cuando estamos en torno a unos 25. Para que te hagas una idea, el riesgo equivale a conducir con una tasa de alcoholemia de 0,5 gramos por litro de sangre. Para llevar el calor lo mejor posible, y evitar que las altas temperaturas afecten a tu capacidad al volante, presta atención a los siguientes consejos para conducir con calor:
Ten preparado el uniforme para los viajes
Nada de traje de etiqueta. Hablamos de una vestimenta adecuada para enfrentarse al calor: ropa ligera y con colores claros. La comodidad al volante es fundamental, y en verano hay que añadirle una buena transpiración. Aunque las chanclas no están prohibidas expresamente por la DGT, lo cierto es que no es recomendable conducir con ellas, ya que pueden afectar negativamente al buen control de los pedales. Es mejor evitarlas para ahorrarte un posible susto.
Como complemento, unas buenas gafas de sol te permitirán ver mejor la carretera y serán grandes aliadas contra la sensación de cansancio al no tener que estar forzando la vista.
Recuerda también que, ni siquiera para trayectos cortos, se puede conducir sin camiseta (y podrías llevarte una multa si lo haces).
Descansos e hidratación
Además de parar cada dos horas o cada 200 km, el descanso previo a coger el coche también es fundamental. Al conducir con calor, la sensación de cansancio aumenta con más rapidez, por lo que será imprescindible estar preparados para combatirlo. Las comidas abundantes tampoco ayudan a mantener a raya el agotamiento, por lo que lo mejor es que tomes alimentos ligeros y frescos, e hidratarte con regularidad. Incluso aunque no tengas sed, es la mejor arma para enfrentarse al calor.
Si el trayecto que tienes que hacer es largo, lleva también contigo un pequeño pulverizador de agua para hidratarte regularmente la cara. A pesar de las gafas de sol y el parasol, con las altas temperaturas dándote de lleno en la cara es más fácil sufrir una insolación.
Controla el equipaje y el horario
Seguro que más de una vez caes en la tentación de llevarte la casa a cuestas en cada escapada veraniega. Sin embargo, un coche cargado hasta los topes aumenta la sensación de agobio del interior y el viaje será de todo menos placentero. Evita el abuso de equipaje, sobre todo el que te acompañe en el habitáculo, y tenlo controlado para que no suponga una distracción.
Procura salir temprano también para evitar las horas de más calor. Igual que evitas los paseos a las 15:00 de la tarde, intenta esquivarlos también al volante.
El coche también pasa calor
Algo que a veces olvidamos es que el coche va atrayendo el calor durante todo el viaje y, sobre todo, cuando está aparcado en la calle con las altas temperaturas como compañía. Será conveniente revisar el coche técnicamente, y vigilar especialmente el filtro de ventilación, que también te ayudará a ahorrar en combustible con el aire acondicionado puesto. También asegurarnos de que tiene niveles correctos de aceite y líquido refrigerante.
Especial atención también a la presión de las ruedas. Con el calor es más fácil sufrir pinchazos si los neumáticos no tienen una presión correcta.
Como ves, en verano hay algunos riesgos adicionales a la hora de conducir con calor. Así que no olvides estos tips para conducir con altas temperaturas: te ayudarán a disfrutar de un viaje más seguro y agradable.
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