En El Blog de Balumba ya hemos visto que los coches son, en muchas ocasiones, no sólo testigos de excepción de las mejores tramas cinematográficas sino que también son elementos con capacidad de condicionar un argumento o incluso ser los propios protagonistas de la cinta. Hoy hemos querido hacer un repaso parecido, pero esta vez con series de televisión. Seguro que te despertamos cierta nostalgia tras leerlo con nosotros.

Series de televisión y sus coches

Si hablamos de un coche como protagonista no podemos obviar en el primer número de nuestra lista al Coche Fantástico. KITT (Knight Industries Two Thousand) era un Pontiac Firebird con el frontal modificado para que las palabras del inteligente ordenador de a bordo se pudieran reflejar con las famosas luces rojas. Sus 90 capítulos repartidos en cuatro temporadas son todo un símbolo para los jóvenes de medio mundo y catapultó a la fama a su conductor, David Hasselhoff, (con el tan repetido nombre de Michael en la serie). Su seguro ¿sería de coche o de vida?

Si hablamos sobre una GMC Vandura quizá no tengamos claro de a qué serie nos estamos refiriendo, sin embargo, si pronunciamos El Equipo A, ya sabemos hasta el color del vehículo. La furgoneta del cuarteto acusado de un delito que no habían cometido es otra seña de identidad de las series de nuestra juventud. Su diseño ha sido imitado con todo lujo de detalles por multitud de fans de la serie, aunque lo que nunca podrá ser superado es la espectacular aparición en escena.

Los Simpsons más que otra serie es la serie. Su longevidad en televisión no ha sido superada por ninguna otra, aunque para ser justos, la calidad de sus capítulos ha ido disminuyendo a lo largo del tiempo. A pesar de ello, todos sabemos tararear su inconfundible sintonía. Una sintonía que se reproduce en toda la introducción de cada capítulo y en la que aparecen tanto el coche de Marge como el de Homer. A lo largo de la serie han aparecido varios coches protagonizando algunos de sus capítulos. En un vistazo rápido recordamos la máquina quitanieves de Homer, el coche de Batman, el coche creado por Homer para la fábrica de su hermanastro (cobertura de lunas por favor), o el Cañonero que transforma a Marge en una peligrosa conductora. Y por supuesto, la frase de “Yo soy un hombre muy difícil de sorprender. ¡Mosquis! ¡Un coche azul!”.

Si hablamos de introducción de una serie, una de las más características y que transcurre en un coche es la de Los Soprano. El trayecto de Tony, el padre de familia, a bordo de su coche mientras suena la canción Woke up this morning de fondo, nos evoca al círculo mafioso que protagoniza cada capítulo de una de las series más reconocidas internacionalmente por crítica y espectadores.

En la serie de animación de Los Picapiedra, podemos ver varios “coches prehistóricos” que funcionan de una forma bastante peculiar. A falta de gasolina y motor, son los pies de sus ocupantes los que le dan el impulso perfecto para su puesta en movimiento. Con esta foto comprendemos la frase “Tienes menos luces que el coche de los Picapiedra”.

En la famosa serie Cosas de Casa, el vecino que tanto importunaba los momentos de descanso y de reunión familiar, Steve Urkel, tenía un coche un tanto curioso. Su BMW Isetta tenía más semejanza a un huevo que a un vehículo. Entre su diseño y que su vecino era policía (el del famoso “Uno, dos y tres, cuatro, cinco y seis, yo me calmaré, todos lo veréis”) tenía muy difícil que se lo robaran.

Si hablamos de robos de coches, el que no lo iba a sufrir era Mr Bean. Su forma de asegurar que no le robaran su Mini era de todo menos usual. Inspiración de muchas series posteriores.

La famosa Starsky y Hutch, la serie protagonizada por dos policías de mismos nombres, era famosa también por el coche del primero, un Ford Torino rojo de 1975 con una gran raya blanca que le atravesaba. Como decía Hutch en algún capítulo, era “un tomate con rayas”.