En esta nueva intervención de “tu mecánico opina” quiero daros unos consejos a la hora de tener que decidir en la compra de un vehículo nuevo, la motorización que nos sería más útil y beneficiosa.

Tal vez estés pensado en adquirir un coche nuevo, y se te presentan algunas dudas; equipamiento, opciones, etc. pero ¿Y su propulsión? – esta elección se podría declinar en función del uso que le vayamos a dar al vehículo en cuestión. ¿Cuál seria tu mejor opción? Probablemente muchos piensen directamente en un diésel, con fama de duros, enérgicos, y con un combustible más barato que la gasolina. En cuanto a duros, eso era ya hace más de diez años, hoy con un diésel al igual que con un gasolina, podríamos hacer unos 300.000 Km sin problemas graves. He visto vehículos con un millón de kilómetros en aquellos años.

Yo te recomendaría un diésel si hicieras muchos kilómetros de carretera (más de 20.000 Km anuales), su uso en ciudad  Stop & Go, y los recorridos cortos de los vehículos actuales seria un “asesinato”. Los dispositivos que incorporan, para las cada vez más exigentes normas medioambientales, limitan su conducción y producen averías de costosa reparación en estas situaciones.

La motorización de gasolina desde hace poco tiempo empieza a resurgir, los fabricantes están muy implicados en ello. Se han conseguido equiparar su consumo a la de un diésel (campaña de Ford “jaque al diésel”), aunque el precio del combustible siga marcando la diferencia. Por otro lado, el mantenimiento de un motor de gasolina es un 50% más barato que el de un diésel, y no incluyen ciertas piezas de alto coste que terminaremos conociendo profundamente (filtro de partículas). Un motor de gasolina sería el correcto si no realizas más de 20.000 Km al año.

Para un uso exclusivo por ciudad o recorridos cortos de no más de 200 Km la movilidad eléctrica sería la correcta. Un modo de transporte en el que pueden recargarse las baterías en un enchufe convencional de una vivienda en tres o cuatro horas o en las cada vez más estaciones de recarga rápida en 30 minutos para una carga completa. Hay fabricantes que venden estos vehículos pero nos alquilan la batería, de alto coste y que nos liberan de una posible y esperada avería de esta. Caso Twizy de Renault.

La opción híbrida es cada vez más interesante, estos vehículos nos permiten una conducción combinada con un motor térmico (gasolina o diésel) con el aporte de otro motor eléctrico, que produce una reducción considerable del consumo del otro motor. Un ejemplo, el nuevo Audi A3 e-tron con 1.9 L/100Km y que se pondrá en venta a finales del 2013. Este tipo de vehículos nos permite elegir el modo de funcionamiento, pudiendo elegir uno eléctrico para ciudad o combinado para carretera con un bajo consumo.

La electro movilidad incluye diversos campos y sectores más allá del vehículo, como la infraestructura de recarga, la gestión inteligente de las redes eléctricas y la integración de las energías renovables en la recarga. Precisamente, la novedad más destacada del prototipo Híbrido Seat León Verde es su interacción con el gestor de recarga. Cobra, Endesa, Iberdrola y Red Eléctrica de España han definido un sistema de negociación de tarifas y gestión inteligente que nos avanzan al futuro y permiten una plena interacción del vehículo con la red eléctrica. Gracias a este innovador sistema, el vehículo se puede recargar de manera eficiente cuando el consumo energético global baja. Por tanto, se incentiva la recarga en periodos con excedente de producción de energía y se fomenta el mayor uso de energía renovable.

Por ultimo, la opción bi-fuel (gasolina-AutoGas GLP) con mas de siete millones de vehículos circulando por Europa, es otra posibilidad que se está moviendo en nuestro país y que ya ofrecen muchos fabricantes. Con un mismo motor pero con dos sistemas de alimentación distintos, y depósitos, estos vehículos funcionan sin diferencia alguna en conducción, pero con un 50% de ahorro en modo gas, en el precio del combustible respecto a la gasolina. Son motores más limpios con el medio ambiente que los exclusivos de gasolina o diésel, proporcionan una conducción más suave y silenciosa, un mantenimiento más económico y mayor vida útil para su motor. Los cambios de aceite están mucho más espaciados, además, no genera depósito en la cámara de admisión aumentando la vida de las bujías y manteniendo limpio el aceite lubricante. Con AutoGas (GLP) puedes ahorrar hasta un 40% respecto a otros combustibles. Este sistema permite seleccionar uno u otro sistema, o por defecto el de gas, que cambiaría de forma automática al de gasolina al agotarse su depósito, con lo que se duplica la autonomía, sin variar las características estéticas y de confort del vehículo. Otro dato es que cada vez hay más estaciones de servicio con este combustible, sólo Repsol ya cuenta con más de 170 estaciones de servicio AutoGas (GLP), y van a seguir aumentando hasta 2015 con 100 estaciones nuevas cada año.

Lo dicho; si quieres adquirir un coche nuevo valora estas opciones, y acertarás. Es mi consejo.

Escrito por Jose Antonio – tumecanicoopina.com